¿Dónde terminan tus latitas?

El martes 7 de julio Pedro Ferrario, de la empresa recicladora 6A fue el disertante en el encuentro mensual Green Drinks Asunción, presentado por Personal y organizado por Soluciones Ecológicas.

El proceso del reciclaje del aluminio, comienza con la recolección de dicho material, para su posterior traslado a la planta de reciclaje, donde se separa, limpia y se aplasta creando grandes bloques. Estos bloques son exportados donde el aluminio se funde, creando de nuevo láminas de este material, listas para un nuevo uso.

La fundición de aluminio para su re-utilización representa muchas ventajas tanto ecológicas como económicas, ya que, mediante el reciclaje se libera 95% menos dióxido de carbono en comparación con la producción primaria,y el ahorro en la extracción representa un gran ahorro tanto en trabajo como en transporte. Por otra parte, el aluminio se puede reciclar de manera indefinida y ser aprovechado para iniciar el nuevo ciclo.

Particularmente el ciclo de las latitas, tiene 2 fases: La fase 1, es la del consumo, que inicia con la fabricación de la lata con el llenado del producto, la llegada de la lata a los puntos de ventas, el consumo del mismo por el cliente final, y su posterior deposito en los tachos de residuos; a partir de ahí inicia la fase 2 que sería la fase de reciclado, donde pasa a convertirse en una materia prima, en la cual el reciclador se encarga de recuperar la latita y llevarla a la empresa encargada de continuar con el proceso de reciclado hasta que llega a la planta de fundición, para luego iniciar de vuelta desde la fase 1, y seria prácticamente el mismo ciclo para los demás metales ferrosos y no ferrosos.

Como se puede ver esta industria ha contribuido activamente en el sostenimiento y mejoramiento de los recursos naturales, ya que al realizar el reciclaje de estos materiales, se genera menor impacto en el medio ambiente y cabe resaltar que también contribuye a dignificar la vida de los recicladores.

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